Zidane, el quinto grande
Leo las declaraciones de Román Riquelme sobre Zidane -"sigue siendo el mejor del mundo"-, que confirman el enorme respeto que tiene el mundillo del fútbol por el jugador francés. Independientemente de la coyuntura -o sea del momento actual-, Zidane está entre los cinco grandes de la historia del fútbol desde mi punto de vista. Le dio a Francia su primer Mundial, que tiene más mérito que hacer campeón a Argentina o a Brasil; le dio la novena al Madrid con un gol que es antología de este deporte y, sobre todo, mantiene ese aire de barrio en el césped, con sus ruletas, sus controles imposibles y sus reacciones barriobajeras, que también las tiene.
Dice un hombre de fútbol que "de futbolistas sabemos todos: entrenadores, presidentes, periodistas y aficionados. Cada uno tiene sus gustos. Lo difícil es saber adaptar jugadores, por sus cualidades mentales y futbolísticas, a sistemas de juego". Esta teoría explica muy bien por qué Riquelme es un crack en el Villarreal y pasó con más pena que gloria por el Barcelona. Yo le repliqué diciendo que hay jugadores elegidos, muy pocos, que hacen grande a equipos. Zidane es uno de estos.
Me fío profundamente de las opiniones de los profesionales, sobre todo cuando no son fruto del amiguismo. Igual que Riquelme, a Zidane le puso por las nubes Aimar y el seleccionador brasileño, Parreira. Alfredo Di Stéfano llama al francés 'El Maestro'.
Ahora es fácil dispararle porque el fútbol no tiene memoria. Cuando pase a los libros de historia, se le recordará como el mejor jugador a caballo entre el Siglo XX y el XXI.
Leo las declaraciones de Román Riquelme sobre Zidane -"sigue siendo el mejor del mundo"-, que confirman el enorme respeto que tiene el mundillo del fútbol por el jugador francés. Independientemente de la coyuntura -o sea del momento actual-, Zidane está entre los cinco grandes de la historia del fútbol desde mi punto de vista. Le dio a Francia su primer Mundial, que tiene más mérito que hacer campeón a Argentina o a Brasil; le dio la novena al Madrid con un gol que es antología de este deporte y, sobre todo, mantiene ese aire de barrio en el césped, con sus ruletas, sus controles imposibles y sus reacciones barriobajeras, que también las tiene.
Dice un hombre de fútbol que "de futbolistas sabemos todos: entrenadores, presidentes, periodistas y aficionados. Cada uno tiene sus gustos. Lo difícil es saber adaptar jugadores, por sus cualidades mentales y futbolísticas, a sistemas de juego". Esta teoría explica muy bien por qué Riquelme es un crack en el Villarreal y pasó con más pena que gloria por el Barcelona. Yo le repliqué diciendo que hay jugadores elegidos, muy pocos, que hacen grande a equipos. Zidane es uno de estos.
Me fío profundamente de las opiniones de los profesionales, sobre todo cuando no son fruto del amiguismo. Igual que Riquelme, a Zidane le puso por las nubes Aimar y el seleccionador brasileño, Parreira. Alfredo Di Stéfano llama al francés 'El Maestro'.
Ahora es fácil dispararle porque el fútbol no tiene memoria. Cuando pase a los libros de historia, se le recordará como el mejor jugador a caballo entre el Siglo XX y el XXI.
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