El país de las oportunidades
Solemos decir a menudo que todo está inventado, y sobre todo cuando nos referimos a los EEUU… No hay nada que no exista ya allí o que sea susceptible de existir, aunque todavía no lo hayamos visto. Estas excentricidades (la hamburguesa más grande, un museo dedicado a los extraterrestres, o la mera existencia de Las Vegas) conviven con grandes logros en las libertades individuales y conductas admirables que gran parte del primer mundo intenta poner en marcha con más o menos éxito.
Y uno de los temas que más repercusión tiene cuando cambia un ápice de su legislación es el consumo de marihuana medicinal. Y como hemos dicho que en EEUU ya todo existe, este país cuenta con el primer grupo para la revisión médica de la marihuana, formado por médicos y especialistas que elaboran y reelaboran la lista de dolencias susceptibles de ser tratadas con esta marihuana. Últimamente se ha hablado de incluir el estrés postraumático y el parkinson en la lista, algo que beneficiaría a miles de personas que de otra manera deberían germinar semillas de cannabis en su casa sin supervisión y sin que nadie controle la cantidad que deben ingerir o los efectos que está causando en su organismo. En EEUU todo un sistema ampara a estos enfermos, que acuden a un centro a por la dosis adecuada y se benefician de estudios e investigación que no existen en otros países.
Desde luego, la etiqueta de “medicinal” predispone adecuadamente a los ciudadanos a la hora de entablar cualquier debate sobre este tema, mientras que su uso recreativo o lúdico es mucho más criticado o cuestionado en todos los países que, cada vez más, se ven obligados a legislar sobre este tema. Otra vez, América del Norte parece llevarnos la delantera en este tema. Ojalá todos nos beneficiemos de los estudios que se están realizando y salvemos el escollo de las etiquetas, algo intrascendente cuando se trata de libertades individuales.
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